Este poemario trata de ser una aldaba en el alma del lector. Un espejo en el que se reflejen sus emociones a través de versos y estrofas. Un recorrido por las relaciones y los sentimientos que estas provocan a lo largo del tiempo, es decir, la vida en definitiva. La vida, el tiempo. Cómo lo percibimos desde la nostalgia o el deseo, desde la desesperación absoluta o desde la mayor de las alegrías. La disforia del tiempo y de la vida, su ciclotímia intrínseca. La certeza de que hasta el momento en que algo muere definitivamente, incluso uno mismo, no llega la calma que siempre aparece cuando algo se termina del todo.
EXTRACTO
9. Un leve tacto seminal
Un leve tacto seminal desciende violento
hacia el verano secular que calienta
el nacimiento insaciable en el norte
de tu alma.
Como una madre fértil fecunda
la semilla que origina ferozmente
un incurable influjo de tristeza
que te desgarra.
Interminable aguacero de lágrimas heladas
humedece el llanto desencajado
en la raíz desolada de la conciencia
que se ahoga.
Tormenta de discursos esenciales
pronuncian el origen de tu nombre
batiendo mi mar en las costas
de tu carne.
EL AUTOR
AUTOBIOGRAFÍA Y DESCRIPCIÓN DEL ANIMAL.
Mi nombre es Ricardo, Ricardo Ledo. Nací en Ferrol, una pequeña ciudad rodeada de mar, hace
cincuenta y dos años. No hice nada demasiado sobresaliente ni a nivel acádemico ni profesional, estudie
le bachillerato y aprobé una oposición para Correos. El editor me pide una pequeña autobiografía
compromiso que ya he cumplido en los tres renglones anteriores, pero no quería dejarla tan
aséptica, así que me propongo a completarla con la mejor descripción de mi vida, y, por tanto, del
animal que se me ocurrió en una fecha muy especial. Mi cincuenta cumpleaños: ¨L. Esos son los
años que hoy cumplo, poniéndolo así parecen menos. Otro once de mayo que me levanto con esa
sensación de que estoy vivo, aunque me doy cuenta de que cada vez me queda menos tiempo por
vivir. Esa sensación que te llenaba completemente de niño cuando te sentías como el paquete de caramelos
que llevabas al colegio sabiendo que ibas a ser el protagonista del día más especial del año,
o del olor a esa brisa mezclado con la arena y el mar de los veranos que empezaban los últimos días
de clase en el instituto, cuando aún la vida entera es un sueño, comienza a vaciarse lentamente
como los cubatas y las noches que dejan sin efecto los domingos que vas gastando cada fin de samana
al mismo tiempo que la rutina de la realidad dura de lunes a viernes, y se va haciendo más tediosa
y más rápida a la vez. De pronto te das cuenta de que la vida es un sistema binario que transcurre
en décadas, cada diez años tu mundo es distinto, tenemos tantas vidas como décadas y muy
pocos llegan a diez. Lo bueno es que podemos tener más vidas que un gato si aprendemos a caer de
pie, y aunque sea un sistema diádico lo importante no es la cantidad, si no la calidad y la intensidad.
Seguro que por eso nos acostumbramos a vivirla de diez en diez. Hoy me desperté junto a mis hijos,
desayunamos y soplamos las velas, el cero no encendía bien. Supongo que se solidarizaba conmigo,
sabía como yo que la proxima vela que lleve delante va a ser un seis. De todos modos soy feliz. A
pesar de virus y cuarentenas que nos han robado el tiempo en las aceras, que es donde en realidad
transcurre la vida, la grande, donde se mezclan las vidas de todos, soy feliz. A pesar de mis recurrentes
nudos en la garganta cuando miro desde la ventana que llevo dentro. A pesar de que algunos
sueños ya se han quedado en eso, sueños. A pesar de que cada vez el uno se aleja más del cero. Soy
feliz. Lo tengo todo, es decir, la sonrisa de mis hijos. Y después para lo demás y los demás siempre
tengo las puertas y las ventanas abiertas. Llevan cinco vidas abiertas para que entréis y salgáis cuando
queráis y por donde queráis. Eso sí me gustan más las bienvenidas que las despedidas, y ya que
empiezo decada al mismo tiempo que la fase uno y ya podemos tomarnos una caña en una terraza
estáis invitados e invitadas a la inauguración de mi nueva vida. Así que si quieres formar parte del
acervo de todos los dieces que me quedan. Aquí me tenéis. Gracias a todos los que se acuerdadan de
mí. Y a los que no también. Algunos se acordaron alguna vez y otros se acordarán. L, 50, Cincuenta,
medio siglo.Gracias de corazón. Se os quiere mucho a todas y a todos los que estuvistéis, estáis o
estaréis.”
KINKEE –
Me gusta tanto o más la biografía, como el propio poema
Rocío Hermida Torres (propietario verificado) –
Llegué a la conclusión de que,para mi,hay dos tipos de libros;Los buenos y los necesarios,en los primeros pueden entran todos los géneros y todos los autores.Los hay que te gustan más,menos,que te entretienes,que te hacen sufrir,reír o incluso derramar alguna lágrima.Pero solo unos pocos llegan a ser necesarios en vuestras vidas,y en este punto está este que os trae el bueno de Ledo.
Conlleva muchos sentimientos y sensaciones,pero aún así no podía dejar de hablaros como me he sentido al leer cada verso de este libro.
La realidad,el temor,la crueldad,la esperanza y el escepticismo y la belleza de sus palabras es capaz de derribar cualquier coraza y dejar una huella en el alma,pero sobre todo es un libro que he sentido y disfrutado,más que leer lis poemas hay que sentirlos porque cada uno tiene un sentimiento con el que puedes conectar.Sus poemas son un reflejo de un hombre simple que no deja a un lado su voz política social y familiar,realidad al desnudo y el amor en sus letras.
Sacad horas y la tranquilidad necesaria para leeros a vosotros mismos en cada estrofa y encontar ,aunque sea por un momento la paz suficiente para curaros de este mundo que no nos gusta.
Héctor Perez (propietario verificado) –
Magnífico texto y extraordinario autor. Lo conozco por su trayectoria cómo columnista en prensa alternativa. Un diez.
Karina –
Es bonito querer, el lugar donde creces.
Bonita Biografía
Héctor Pérez (propietario verificado) –
Este poemario se convertirá en bestseller por una razón , cada palabra es un espejo de cualquiera de nosotros y nosotras. Es una explosión de emociones y una reflexión lúcida de las vivencias de cualquiera de nosotros.
Irene Montero (propietario verificado) –
¿Sabes cuando cada palabra te toca el alma? ¿Sabes cuando cada poema te cuenta? ¿Sabes cuando te encuentras en cada verso?
Pues así es la poesía de Ricardo Ledo, de Hugo Rojo. Así es «El Berlín que esconde mi cama».