Poesía de vida o muerte, salvaje, terapéutica e intima inspirada en la locura, lo ritual y lo obsceno, y compilada durante un tercio de la vida «humana» de la autora.
EXTRACTO
XIV
Cadáveres subterráneos de moho y líquenes
cabezas huecas de caballos sonrientes
cada grano cada agujero
hormigas mutantes de mandíbulas rotas
huesos y costillitas de un bebe de cuatro meses
cuencas, falanges, omoplatos, caderas
pulidos en la tierra
fuegos fatuos que brillan en los cementerios
tumbas, jaulas, lapidas, colmenas, nichos,
mi casa, mi descanso.
Hablo de tus dientes podridos
canto a la vía láctea
cuento de atrás hacia adelante, como un enjambre rabioso
donde tus caries se perforan repletas de justicia
y tus canas plateadas conspiran con la luna
Pregúntame a dónde voy
pues me dirijo hacia los sueños
y vuelo en tu ausencia entre los escenarios de mi cerebro
desde donde soy yo
y hago de mi camino
mi vida, mi paraíso
hasta el final y cada vez más.
XXXIII
En la máquina perfecta
de manos productoras
los ojos ciegos
de cerebros y cuerpos mutilados
en esta jungla de zombis hambrientos
se cambian vidas por encargo
del engranaje perfecto
salen deseos como niños muertos
que resbalan gelatinosos por el suelo
hay cárceles
con puertas
sin puertas
pero el cielo sigue podrido y negro
perdimos
olvidamos
gestos miradas
olvidamos
el sentido primitivo
perdimos
y ocultamos el coste
de no tener corazón
las nubes tienen coágulos muertos
y la lluvia se vuelve amarga
cae y retumba
estómagos estancados
y nubes que caen del cielo
que caen a cachos
partiendo azul
arrancando a jirones realidad
de vacío extenso, oscuro
imborrables charcos sucios
del cielo, de este cielo caen pedazos de almas
de seres atravesados por rayos de egoísmo
de estrellas que brillan sin sentido
suspendidas entre la tristeza
y el olor a azufre que cae entre mi pelo
miramos hacia arriba
sin sentirnos ellos
cuando las nubes chorrean
aparecen paragüeros
colmenas de habas
en este zulo sin reas
en la libertad de los mudos
en la comodidad de última serie
quemo mis neuronas
lubricándome el cuerpo
viendo que la vida fluye
ahogándose entre horrores
y gritos agonizantes
de dolores amorfos
entre lágrimas de fetos y tuercas de barro asco
escaleras que se confunden con puertas
risas con bozales
bocas sin lenguas
masticando
la miseria del plástico
del plástico que chorrea
quemado y negro
petróleo
que se escurre por tus manos
sangre de pueblos
de la máquina perfecta salen
cachos de carne
amorfamente mutilados manipulados
salen sueños sin alas
mentiras sin verdades
salen de la palabra vacía que ya nadie cree.
I
La tierra, mi sangre
los ríos, mis venas
la rana que brinca entre mis piernas
que extendiéndose se abren orgullosas
y abierta
voy recibiendo y dando
voy absorbiendo con mis tentáculos
a veces embestida de amor
a veces dedos de terciopelo
otras
un hueco,
un hueco de lombrices y gusanos que escupo
de mi boca a tu boca
abierta, cachonda, tendiendo raíces que sujetan
la tierra, mi sangre
abierta
latiendo
y derramando como ríos mis venas
entre serpientes me penetro
y doy a luz a la vida,
con mi sangre
creadora naturaleza
LA AUTORA
(Chamberí, Madrid 1979) Bruta se define como una máquina de deseos, autodidacta, performer, artesana multidisciplinar, activista por la libertad, cocinera vegana, agente sexual, terapeuta/cuidadora y creadora de redes utópicas que sueña con salir del sistema. Vive y ama el arte y la naturaleza.
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